Biblioteca del Instituto Gallego de Información. Fotografía de María Lojo
Biblioteca del Instituto Gallego de Información. Fotografía de María Lojo

La relación de Díaz Pardo con la arquitectura fue definida por él mismo como una ironía dentro de su vida: aunque no pudo estudiar la carrera, construyó un mundo arquitectónico de vanguardia en las empresas del grupo Sargadelos y acabó recibiendo el nombramiento del Arquitecto de Honra por el Colegio de Arquitectos de Galicia en el año 2001.

El sueño de Díaz Pardo era estudiar arquitectura, pero las circunstancias de su vida: el asesinato de su padre a manos de los sublevados cuando él tenía 16 años, lo obligó a mudar los planes. Después de una dura etapa en la que permaneció escondido en la casa de un familiar en La Coruña, decide marchar a Madrid e estudiar Bellas Artes, ante a imposibilidad de asumir los costes que suponían los estudios de Arquitectura.

Aunque Díaz Pardo no pudo estudiar la carrera, construyó un mundo arquitectónico de vanguardia en las empresas del grupo Sargadelos.

Auditorio del Instituto Gallego de Información. Fotografía de María Lojo
Auditorio del Instituto Gallego de Información. Fotografía de María Lojo

El propio Díaz Pardo en 2001, con ocasión del nombramiento del COAG, explica como fueran sus inicios en este área:

«Por el 46 tuve que hacerme un local para estudio en el Castro de Samoedo, y se hizo como se hacían en ese tiempo las casas en las aldeas, por pura intuición y con ayuda de un albañil y un carpintero. A continuación se hizo en el mismo lugar la primera fábrica de Cerámica, incluidos hornos y máquinas, ahora con ayuda de un herrero, y todo se hizo con la misma filosofía con la que se había construido el estudio. De ahí fue naciendo todo lo demás. Por el 55 tuve que emigrar, dónde por fuerza tuve que perfeccionar mi filosofía constructiva, y al volver con la ayuda de profesionales, arquitectos, químicos, ingenieros y abogados, se fue haciendo lo que se hizo, sin que yo dejara de importunarlos.»

Acabó recibiendo el nombramiento de Arquitecto de Honra por el Colegio de Arquitectos de Galicia en el año 2001.

Escalera en el Instituto Gallego de Información. Fotografía de Luis Díaz
Escalera en el Instituto Gallego de Información. Fotografía de Luis Díaz

Así Isaac, que no fue arquitecto de formación, fue responsable de cada espacio dentro del grupo Sargadelos, planificó edificios, corredores, exposiciones, muebles, plantas, en colaboración con otros arquitectos. Andrés Fernández-Albalat, quién formaba parte del Laboratorio de Formas junto con Isaac y Luis Seoane, fue el que más colaboró con Díaz Pardo en los proyectos del grupo Sargadelos. Albalat firma la planta circular de Sargadelos y el Museo Carlos Maside.

Isaac fue responsable de cada espacio dentro do grupo Sargadelos y planificó, en colaboración con otros arquitectos, edificios, corredores, exposiciones, muebles y plantas.

Auditorio de O Castro de Samoedo
Auditorio de O Castro de Samoedo

El arquitecto Manuel Gallego Jorreto define la obra arquitectónica de Isaac como “arquitecturas”, justificando esa denominación por la gran intencionalidad estética que llama la atención y pone de manifiesto la gran capacidad creativa del artista.

Por otra parte, Daniel Beiras habla de la arquitectura del grupo Sargadelos como un mundo completo, donde se juntan el universo creativo de formas de Isaac con la sabiduría espacial de los arquitectos.