La trayectoria de Díaz Pardo como ceramista va pareja a la aparición y evolución de sus fábricas del Castro, Magdalena y Sargadelos y evoluciona con el paso del tiempo. En un principio Isaac crea sus propias piezas pero luego su función se amplía a director de producción, diseñador de máquinas, control de personal y muchas más tareas que lo apartan de la creación exclusiva.
La trayectoria de Díaz Pardo como ceramista va pareja a la aparición y evolución de sus fábricas del Castro, Magdalena y Sargadelos y evoluciona con el paso del tiempo.
Siguiendo a Xosé Díaz, Fernando Arribas y Teresa Pena Moreda, mostraremos las etapas de su evolución en este campo:
1947-1955, O Castro. Etapa clásica o pictórica
A finales de los años cuarenta, Díaz Pardo cambia Madrid por Galicia y la pintura por la cerámica. Conocido pintor de éxito y elogiado por los críticos del momento, decide instalar un pequeño taller cerámico en las antiguas cocheras del pazo de la familia de su mujer, Carmen Arias, en el Castro de Samoedo, Sada (La Coruña). El objetivo era estudiar los caolines de Sargadelos para conocer su calidad y para esta tarea contó con la ayuda de Jacinto Alcántara, director de la Escuela de Cerámica de Madrid. Los ensayos fueron positivos y la cerámica resultante tenía gran calidad. El siguiente paso sería formar una sociedad en el año 1949 para crear Fábrica de Cerámicas do Castro formada por el propio Díaz Pardo, Federico Nogueira Pazo y José Rey Romero. Las piezas del castro empiezan a comercializarse y resulta un éxito y en 1952 la fábrica cuenta con 100 trabajadores.
Se distinguen tres etapas en su trayectoria cerámica: 1947-1955, clásica o pictórica; 1955-1968 funcional y de transición y 1970, diferencialista.
En un principio, la producción consistía en reproducir piezas de tirada limitada originales de Isaac, que reproducen su obra pictórica hecha por el sistema tradicional de colado y que se expusieron por primera vez en el 1951. Después se comienza con los primeros servicios de mesa de una finísima porcelana traslúcida de muchísima calidad. Corresponden a esta tapa decorados de las series “nenos” “cabalos” o “cabezas”. En cuanto a sus piezas decorativas se repiten las formas de mujer, destacan Candelabro femenino, Nu tendido, varias Xerras (vicios, cabezas, esfinxes), Pondaliana, Tangaraño y las botellas-figuras dónde encontramos una evolución hacia unos modos menos clásicos y más expresionistas pero con un carácter inconfundible.
1955-1968, Magdalena. Etapa funcional y de transición
El éxito del Castro traspasa fronteras y llega a Argentina desde dónde en 1955 recibe una invitación para repetir el modelo del Castro en tierras de Magdalena, a100 kilómetros de Buenos Aires. A estas alturas, Díaz Pardo colabora con Luis Seoane en la revista bonaerense Galicia Emigrante y al mismo tiempo la publicación se hace eco de la actividad cerámica del artista a través de varios artículos.
Isaac pone rumbo a Argentina en un viaje en el que entra en contacto con las vanguardias europeas presentes en Argentina, con el grupo de exiliados allí establecidos y con Luis Seoane, hechos que cambiarán su vida y su obra para siempre .Inaugura esta nueva etapa en diciembre de 1955 con una muestra en el Centro Gallego de Buenos Aires: Isaac Díaz Pardo Cerámicas y Pinturas.
El encuentro de Díaz Pardo con Seoane en Buenos Aires culminará en la creación en 1963 del Laboratorio de Formas.
Durante esta etapa americana Isaac consolidó y perfeccionó sus conocimientos técnicos como ceramista. A nivel de producción encontramos una depuración en las formas hacia decoraciones más abstractas y geométricas. Los servicios de mesa lisos, sin relieve: formas Cilíndrica, María y Pomba, más depuradas y funcionales. El encuentro de Díaz Pardo con Seoane en Buenos Aires culminará la creación en 1963 del Laboratorio de Formas, que funcionará como un ente teórico que establece las bases sobre las que se regirá la producción. La búsqueda del equilibrio entre la vanguardia/tradición y arte/industria serán una constante en las formas. Sirvan como ejemplo los decorados “Portomarínica”, “Monférica”, o “Castrondóurica” que, basados en la tradición cultural gallega, son diseños de vanguardia. En la fábrica de Magdalena (Buenos Aires), Isaac solamente firmará una pieza decorativa, una María Magdalena.
La obra cerámica de Isaac Díaz Pardo va más allá y supone una de las experiencias culturales y empresariales más importantes de la Galicia contemporánea.
1970, Sargadelos. Etapa diferencialista
El año 1968 Isaac abandona toda su actividad con Magdalena y concentrará todas sus energías en uno de los proyectos fundamentales del Laboratorio de Formas: la continuación de la obra de Sargadelos, antigua fábrica de loza que fundara el Marqués de Sargadelos, en el siglo XIX, en tierras de Lugo.
El azul cobalto en la decoración se convirtió en un identificador de la porcelana de Sargadelos.
Después de una etapa de pruebas en una pequeña planta experimental, en 1970 se inaugura la planta circular proyectada por el arquitecto Andrés Fernández Albalat, dando comienzo a lo que llamarían la Quinta Etapa de Sargadelos.
La producción lleva el azul cobalto en la decoración como identificador y de sus hornos salen servicios de mesa de porcelana de alta temperatura, decorada bajo cubierta. Los decorados son funcionales y geométricos con símbolos de la cultura popular gallega. Isaac y Seoane estudian en el pasado de las formas buscando el equilibrio perfecto entre el pasado y el futuro lo tradicional y lo moderno.
En 1972 se crea el Seminario de Sargadelos, que será el encargado de materializar los principios teóricos del Laboratorio de Formas. Los avances, uso de distintos materiales y la experimentación de las nuevas posibilidades técnicas, serán aprovechados por Isaac para crear piezas modulares y amontonables o figuras articuladas como “Elemento Modular A, B ou C”.
A lo largo de más de 60 años, llevó a cabo un modelo de empresa por y para Galicia.
La obra cerámica de Isaac Díaz Pardo va más allá y supone una de las experiencias culturales y empresariales más importantes de la Galicia contemporánea. A lo largo de más de 60 años, llevó a cabo un modelo de empresa por y para Galicia.